Historia

En 1928 un grupo de amigos fundaba una nueva comparsa en las fiestas de Moros y Cristianos de Castalla, «Los Labradores». Su presentación formal fue en el acto de la «vuelta» el día 3 de septiembre de ese año. Una vez terminadas las fiestas del 28, los fundadores se pusieron en contacto con «Los Maseros Alcoy» para obtener asesoramiento. Con el apoyo de los alcoyanos, en esta etapa inicial se mejoró y adaptó la tradición masera en Castalla. De tal forma que en las fiestas de 1929, la oficialidad de los nuevos Maseros de Castalla fue contundente, ya que todos iban vestidos y uniformados de la misma forma, y al ritmo de la banda de música la Cruz Roja de Alcoy, debutando el día de la «entrada» con su primer acto oficial.

En aquellos momentos, el contexto histórico era difícil, ya que tuvieron que superar penurias como de la crisis del 29 y la guerra civil española. Pero a partir de la década de los 40 la participación de los Maseros en los actos festeros fue indiscutible, y esto permitió establecerse definitivamente en la costumbre de las fiestas de Moros y Cristianos de Castalla. 

Con los 50, la dura situación económica no acompañó a la comparsa, por ello, tuvo problemas para asumir la capitanía. A este hecho hay que añadir la trágica pérdida de uno de los fundadores de los Maseros y capitán que iba a ser ese año, en un accidente del autobús de la Alcoyana. Además, en esa misma época las fiestas patronales se ampliaron a cuatro días actuales, al igual que la introducción de la ofrenda como acto festero.

Tras el positivo crecimiento, tanto demográfico como socio-económico de los 60, la comparsa experimentó un auge respecto al número de socios. También en esa década se compró el antiguo local, llamado popularmente La Barraca y comenzaron las famosas verbenas nocturnas o de baile durante los días de fiestas.

Los 70 comienzan con un papel protagonista de las mujeres que se incorporan a las fiestas. Ellas renuevan vestimenta típica masera y aportan nuevos colores y tejidos, 1974 es una fecha clave para los Maseros, Julián García-Ajofrín Cutillas, alias el «Pistolero», toma posesión del cargo de sargento que perdura hasta el siglo XXI, dejando su cargo en el año 2015.

Los Mangarrufos abren los 80 como capitanes, es la primera escuadra que ejerce este cargo. El cierre de la década termina con la elaboración de la «Paella Gigante» el día de Sant Jaume, aumentando el ambiente en la barraca, y que ha ido elaborándose año tras año hasta nuestros días.

En la actualidad la fiesta se ha renovado: Los músicos ya no duermen en la casa de los comparsistas y la pólvora está más controlada que nunca. Con todo ello también la comparsa ha tenido que adaptarse a los nuevos tiempos que corren. De ahí que en 1999 se adquirió un nuevo local en la calle Juan XXIII, para que los 400 Maseros pudieran reunirse durante 4 días y disfrutar de las fiestas mayores de su pueblo.

En 2004 con la celebración del 75 aniversario de la comparsa Maseros de Castalla, se elabora un libro conmemorativo y se confecciona una nueva bandera, el día de la ofrenda un gran boato desfila por las calles de Castalla con la representación de todos los trajes de los capitanes que a lo largo de la historia han ejercido el cargo.

En el año 2009, se aprobó la creación del traje oficial de la comparsa, que hasta el día de hoy ni tenía.

En la década siguiente la comparsa Maseros pasa a ser dirigida por escuadras, este sistema permite tener directivas cada tres años, que permitirá a casi todos los Maseros pasar por el cargo de directiva, donde trabajaran y conocerán toda la organización de la comparsa.

En el año 2020, la comparsa Maseros al igual que la ciudad de Castalla viven su hecho mas triste, debido a la pandemia mundial del Covid-19, la fiestas han tenido que ser suspendidas, y esta año no desfilaran por sus calles, habiendo acordado que los cargos festeros previstos para representar a la comparsa en 2020 se trasladen al siguiente año, donde esperamos poder disfrutar de la fiestas otra vez, volveremos en el 2021.